Tras un solo año enriqueciendo la dieta mediterránea con aceite de oliva y frutos secos, investigadores de la Universidad de Navarra han podido observar que se revierte la arteriosclerosis medida en las arterias carótidas, hecho que no se puede conseguir con esa rapidez e intensidad empleándose medicamentos.
El estudio publicado en la revista "Atherosclerosis" se realizó con 187 voluntarios , mayores de 55 años y con alto riesgo cardiovascular, que se dividieron en tres grupos al azar. Uno, se utilizó como grupo control y los otros dos, recibieron formación sobre cómo seguir de forma adecuada una dieta mediterránea baja en grasas, asignándoseles a cada uno de éstos, 15 litros de aceite de oliva cada trimestre o 30 gramos al día de nueces, almendras y avellanas.
A todos ellos se les midió el espesor de la capa íntima-media de la arteria carótida por ecografía, tanto al principio del estudio como al cabo de un año pudiendo comprobarse que quienes tenían más engrosada esa capa -debido a la arteriosclerosis- mejoraban significativamente y había una regresión de las lesiones en el caso de las personas que habían seguido una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen o con frutos secos.
A ver cuantos galenos se atreven a hacer esta recomendación en vez de mandar tantas estatinas....
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