miércoles, 28 de marzo de 2018

Se inicia un estudio que valorará si un compuesto del té verde mejora la función cognitiva de niños de 6 a 12 años con Down y con síndrome X frágil

En una entrada anterior de este blog, nos hicimos eco de cómo el galato de epigalocatequina, una molécula presente en el té verde, era capaz de mejorar algunas capacidades intelectuales de personas con síndrome de Down (ver: http://tumedicoteinforma.blogspot.com.es/2016/06/un-compuesto-del-te-verde-mejora.html). Este estudio se realizó con personas adultas de 16 a 34 años de edad.

Dados los buenos resultados observados, Rafael de la Torre, director del Programa de Investigación en Neurociencias del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), lidera un ensayo clínico en población pediátrica con el objetivo de evaluar la seguridad y eficacia de esa misma molécula en la mejora del desarrollo cognitivo de niños de 6 a 12 años con síndrome de Down y que valorará también su efecto en un grupo de niños con el síndrome X-Frágil.

El hecho de que ahora también se hayan incluido niños con síndrome de X-Frágil porque, se debe a que aunque el origen genético de ambos síndromes es diferente, el mecanismo por el que el galato de epigalocatequina galato proporcionaría efectos terapéuticos sería común y por tanto, los pacientes con el síndrome X-Frágil también se podrían beneficiar.

El ensayo clínico pediátrico se llevará a cabo simultáneamente en cinco centros sanitarios: el Hospital Niño Jesús (Madrid), el Instituto Hispalense de Pediatría (Sevilla), el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), el Hospital del Mar (Barcelona) y el Instituto Jérôme Lejeune (París).

Esperemos tener pronto buenas noticias.

viernes, 2 de marzo de 2018

Si quieres unas arterias libres de colesterol, toma omega-3

Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y publicado en la revista “PLoS ONE, una dieta suplementada con ácidos omega 3 y más concretamente con ácido docosahexaenoico (DHA) previene la acumulación de colesterol en las paredes arteriales.

En las últimas décadas, los beneficios cardiovasculares de una alta ingesta dietética de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (PUFA), como el DHA, han sido ampliamente estudiados. Sin embargo, muchos de los mecanismos moleculares y los efectos ejercidos por los PUFA aún no se han explicado bien.

Recordemos que el depósito de colesterol en la paredes de las arterias es la principal causa de arteriosclerosis y las enfermedades cardiovasculares que se derivan, como la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca, presentan una elevada prevalencia en la sociedad actual y constituyen la primera causa de muerte en España. Además dado el envejecimiento progresivo de nuestra sociedad, se estima que su incidencia irá aumentando, por lo que encontrar estrategias que protejan a nuestras arterias es un objetivo de numerosas investigaciones.

Aunque los principales factores de riesgo cardiovascular son la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes, el tabaquismo y el sedentarismo, también la pérdida de hormonas sexuales contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares, como ocurre en las mujeres al llegar a la menopausia y en los hombres de una forma más gradual, motivo por el cual el presente estudio se realizó en ratones machos a los que le extirparon los testículos (orquidectomía), para simular una situación de deprivación hormonal.

Tras alimentar a un grupo con una dieta enriquecida en DHA frente a otro al que no se le administró esa suplementación, los autores observaron una mejora de los parámetros analizados como fueron la liberación de prostanoides, la formación de óxido nítrico y especies reactivas de oxígeno (NO y ROS), la respuesta vasodilatadora a la acetilcolina (ACh), así como la participación de prostanoides y NO en esta respuesta, y la respuesta vasoconstrictora a la estimulación con  campo eléctrico, analizando también el efecto de la noradrenalina exógena y del donante de NO, nitroprusiato sódico.

Todos estos hallazgos son demostrativos del efecto beneficioso del DHA sobre la función endotelial.