Un análisis publicado en la revista "Stroke", realizado por investigadores del Instituto Karolinska en Suecia, y basado en 15 estudios realizados en Estados Unidos, Europa, Japón y China, sobre encuestas sobre la frecuencia del consumo de pescado durante un período que ha oscilado entre 4 y 30 años, ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado disminuirían el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) a través de sus efectos positivos sobre la presión sanguínea y el colesterol.
Los autores sugieren que para conseguir estos efectos, sería necesario consumir de dos o tres porciones por semana de pescado. Además, la vitamina D, el selenio y ciertos tipos de proteínas del pescado también aportarían beneficios relacionados con el ACV.
Estos datos se obtuvieron con una muestra de unas 400.000 personas de entre 30 y 103 años. Entre unos años y unas décadas después, alrededor de 9.400 personas sufrieron un ACV.
Consumir tres porciones de pescado a la semana, se relacionó con un 6 por ciento menos de riesgo de ACV y los participantes que comían la mayor cantidad de pescado eran un 12 por ciento menos proclives a tener un ACV que aquellos que consumían la menor cantidad.
También se observó que las personas que consumían más pescado frito y en sándwiches -tal como se esperaba- no obtenían ningún beneficio contra el ACV.
No hay comentarios:
Publicar un comentario