Un estudio realizado por investigadores del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada, en el que se analizaron distintos ingredientes de la dieta mediterránea y cuál es su papel, previniendo o atenuando el daño celular, y publicado en la revista "Proceedings of the Nutrition Society", ha comprobado que el ácido oleico e hidroxitirosol, abundantes en el aceite de oliva virgen, y los ácidos grasos poliinsaturados n-3, presentes en la grasa del pescado, actúan sobre los mecanismos celulares implicados en el desarrollo de la pancreatitis aguda, una enfermedad con etiología oxidativo-inflamatoria, por lo que pueden ser considerados como potenciales ingredientes funcionales en relación a la prevención o atenuación de la gravedad de esta patología.
Se trata del primer estudio en el que se ha examinado cómo los ácidos grasos y antioxidantes afectan los mecanismos celulares del proceso inflamatorio local en el páncreas.
Para la autora principal de este trabajo, María Belén López Millán, "existen cada vez más pruebas de que en el origen de las enfermedades crónicas aparecen mecanismos comunes oxidativo-inflamatorios que subyacen en la iniciación y desarrollo de estas enfermedades. También se conoce que la dieta tiene un papel importante actuando a través de sus componentes (nutrientes y compuestos bioactivos) sobre estos procesos, evitando o disminuyendo la incidencia patológica de estos daños por sus efectos antioxidantes (compuestos fenólicos) y antiinflamatorios (ácidos grasos omega 3)"
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