Ahora, investigadores del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed) han estudiado los efectos de la quercetina presente en el mosto de la uva, comprobando que puede ser beneficiosa para reducir el daño en el sistema nervioso que produce la radioterapia en pacientes con cáncer.
En una primera etapa la bebida a base de mosto, se distribuyó entre voluntarios humanos para comprobar los efectos beneficiosos de las propiedades antioxidantes de la uva, observando como la sangre extraída antes y después de tomarlo mostraba diferencias "notables" en la capacidad antioxidante ante rayos gamma.
Posteriormente se ha ensayado y comprobado con ratas wistar de experimentación donde se observó que los hígados de las ratas que no bebieron mosto estaba un 25 por ciento más reducido que el de las que sí lo hicieron. También se observaron variaciones significativas en las enzimas antioxidantes, especialmente la superóxido dismutasa.
A las ratas, se las sometió a una radiación equivalente a la que recibe una persona cuando se le administra radioterapia observándose este efecto protector.
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