Un estudio presentado en la Asociación Estadounidense para el Estudio de la Enfermedad Hepática, en San Francisco y llevado a cabo por científicos del Hospital del Sagrado Corazón y la Universidad de Hallym, en Corea del Sur, revela que los probióticos mejorarían la función hepática en pacientes con hepatitis alcohólica.
Los pacientes que durante siete días ingirieron cultivos de Lactobacillus subtilis y Streptococcus faecium tuvieron un aumento de las enzimas hepáticas al recomponer el microambiente intestinal
El estudio se llevó a cabo con 40 pacientes: 23 tomaron 1.500 mg por día de probióticos y 17, placebo. A los siete días, el grupo tratado con los probióticos obtuvo mejores resultados según el Indice de Maddrey, un indicador pronóstico de hepatitis alcohólica, pasando el puntaje promedio de 39 a 22 (un resultado superior a 32 indica un mal pronóstico). Además, la albúmina creció de 3,1 a 3,4 g/dL y la bilirrubina, pasó de 28,8 a 16,2 mg/dL, mientras que la aspartato aminotransferasa (AST- GOT) se redujo de 432 a 57 UI/L; la alanino aminotransferasa (ALT-GPT), de 150 a 63 UI/L; la fosfatasa alcalina, de 137 a 122 UI/L, y la gamma glutamil-transferasa (GGT), de 383 a 189 UI/L, siendo todos estos cambios estadísticamente significativos.
Sólo se registraron dos mejoras significativas en el grupo tratado con placebo: la aspartato aminotransferasa bajó de 157 a 76 UI/L y la fosfatasa alcalina, de 123 a 108 UI/L.
El equipo ha comenzado ya un nuevo estudio sobre 120 pacientes y cuyos resultados estarán disponibles el próximo año.
Como remarcan los autores, aunque los probióticos demuestren ser efectivos, el tratamiento debería incluir también un programa de abstinencia y apoyo psicológico.
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