Según un estudio realizado en Australia, el consumo de suplementos de ácidos grasos omega-3 no reducen significativamente la incidencia de fibrilación tras cirugía valvular o de bypass coronario.
Sin embargo, el aceite de pescado redujo de una forma importante el tiempo de estancia en las unidades de cuidados intensivos, por lo que no se desaconseja suspender su uso.
En el artículo publicado en American Journal of Cardiology se dividieron al azar a 200 pacientes en dos grupos, uno que recibió 4,6 gramos de ácidos rasos omega-3 (PUFA por sus siglas en inglés) al día, y otro al que se administró un placebo, tres semanas antes de la operación de corazón, excluyéndose a aquellas personas que tomaban suplementos de aceite de pescado regularmente o que comían pescado al menos una vez por semana.
En los seis primeros días del postoperatorio, la tasa de fibrilaciones atriales en el hospital fue del 43 por ciento. La incidencia fue del 37 por ciento en el grupo que recibía aceite de pescado y del 48 por ciento en la cohorte de control.
El aceite de pescado redujo significativamente el tiempo de estancia en las unidades de cuidados intensivos aproximadamente un 30 por ciento (de 95 a 67 horas), posiblemente debido a una menor incidencia de la fibrilación atrial en ese grupo durante las primeras 24 horas posteriores a la cirugía.
Además, los pacientes que recibieron PUFA también salieron de alta, en promedio, un día antes (8,6 frente a 9,9 días).
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