La investigación
presentada en el 50 Congreso Internaciona del Hígado 2015, que se realiza en
Austria, Viena, refiere que la capsaicina tiene potencial antifibrótico, es
decir, reduce la activación de las llamadas células estrelladas hepáticas
(HSC), que son las que participan en la fibrosis del hígado (formación de
tejido cicatrizal en respuesta a daños en el hígado), conocida como cirrosis
hepática.
En
el estudio, un grupo de ratones recibió capsaicina en los alimentos tras tres
días de habérseles realizado una ligadura del conducto biliar, lo que obstruye
el conducto biliar común y lleva a la acumulación de bilis y la fibrosis
hepática.
Otro
grupo de ratones recibió la capsaicina antes y durante el tratamiento con
tetracloruro de carbono (CCl4), un compuesto inorgánico que se utiliza
ampliamente en los extintores de incendios, como precursor refrigerante y uno de
los más potentes hepatotóxicos.
Los
resultados mostraron que la capsaicina mejoró parcialmente el daño hepático en
los ratones con ligadura del conducto biliar e inhibió la progresión de la
lesión. En el grupo de roedores tratados con CCl4, la capsaicina freno el
desarrollo de la lesión hepática, pero no redujo la fibrosis una vez que se
había presentado.
"Estos
resultados apoyan la necesidad de una mayor investigación sobre la capsaicina
para el tratamiento y prevención de la lesión hepática y fibrosis",
dijeron los investigadores.
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