Un pequeño estudio ha revelado que los suplementos de soja ayudarían a adelgazar a las mujeres en la posmenopausia, pero con diferencias étnicas.
Mientras que las mujeres blancas perderían más grasa abdominal, en las afroamericanas se reduciría más el nivel total de grasa corporal.
Dado que la cantidad de estrógeno cae cuando desaparece la menstruación, la hipótesis es que las propiedades de la soja similares al estrógeno ayudarían a sobrellevar los síntomas. Pero los estudios obtuvieron distintas conclusiones.
El equipo del doctor Daniel R. Christie, de la Escuela de Medicina de la University of Alabama, en Birmingham, utilizó batidos con 20 gramos de proteína de soja y 160 miligramos (mg) de isoflavonas de soja, o batidos placebo con una proteína láctea llamada caseína.
Dieciséis afroamericanas y 17 blancas bebieron los batidos todos los días, durante tres meses.
A los tres meses, no se registraron diferencias radiológicas en el porcentaje de grasa corporal total entre el grupo tratado con ambos batidos.
Pero estudios por tomografía computada (TC) identificaron un 7,5 por ciento menos de grasa abdominal en las mujeres tratadas con soja, versus un 9 por ciento más de esa grasa en el grupo tratado con el batido placebo.
Las afroamericanas que bebieron el batido con soja adelgazaron 1,8 kilos y las blancas bajaron apenas 0,8 kilos. Pero mientras que las blancas habían perdido grasa visceral (alrededor de los órganos en el abdomen), en las afroamericanas había aumentado.
La grasa abdominal aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión y enfermedad coronaria.
Las blancas perdieron más grasa abdominal y las negras, más grasa corporal total.
Si bien "son poco claras" las causas de esta diferencia étnica, los autores del estudio, publicado en American Journal of Obstetrics & Gynecology, escribieron que las blancas tienen más grasa visceral y, por lo tanto, tendrían "más para perder en respuesta al tratamiento".
Pero otra experta en soja y composición corporal, que no participó en el estudio, dijo que el tamaño de la muestra (33 personas) es demasiado pequeño como para sacar conclusiones sobre las diferencias étnicas.
"Además, el estudio fue muy corto", dijo la doctora Oksana A. Matvienko, de la University of Northern Iowa, en Cedar Falls.
En su estudio, publicado en febrero, controló a 229 mujeres posmenopáusicas tratadas con placebo o tabletas de isoflavonas de soja (dosis de 80 o 120 mg) durante un año. El equipo no halló diferencias en la composición corporal entre los grupos comparados durante 12 meses.
Matvienko dijo que las TC son más sensibles que las radiografías, lo que explicaría por qué el equipo de Christie registró cambios en la grasa abdominal que su equipo no halló. Tampoco se sabe si esos cambios serían suficientes como para mejorar la salud femenina.
Según la investigadora, una explicación posible de los resultados obtenidos en el nuevo estudio sería que las mujeres recibieron proteína e isoflavonas de soja. En el suyo, en cambio, las mujeres sólo habían tomado isoflavonas.
El equipo afirmó que "se desconoce si la reducción de la grasa abdominal hubiese continuado si las mujeres hubiesen seguido tomando el suplemento".
FUENTE: American Journal of Obstetrics & Gynecology, online 4 de mayo del 2010.
Reuters Health
Mientras que las mujeres blancas perderían más grasa abdominal, en las afroamericanas se reduciría más el nivel total de grasa corporal.
Dado que la cantidad de estrógeno cae cuando desaparece la menstruación, la hipótesis es que las propiedades de la soja similares al estrógeno ayudarían a sobrellevar los síntomas. Pero los estudios obtuvieron distintas conclusiones.
El equipo del doctor Daniel R. Christie, de la Escuela de Medicina de la University of Alabama, en Birmingham, utilizó batidos con 20 gramos de proteína de soja y 160 miligramos (mg) de isoflavonas de soja, o batidos placebo con una proteína láctea llamada caseína.
Dieciséis afroamericanas y 17 blancas bebieron los batidos todos los días, durante tres meses.
A los tres meses, no se registraron diferencias radiológicas en el porcentaje de grasa corporal total entre el grupo tratado con ambos batidos.
Pero estudios por tomografía computada (TC) identificaron un 7,5 por ciento menos de grasa abdominal en las mujeres tratadas con soja, versus un 9 por ciento más de esa grasa en el grupo tratado con el batido placebo.
Las afroamericanas que bebieron el batido con soja adelgazaron 1,8 kilos y las blancas bajaron apenas 0,8 kilos. Pero mientras que las blancas habían perdido grasa visceral (alrededor de los órganos en el abdomen), en las afroamericanas había aumentado.
La grasa abdominal aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión y enfermedad coronaria.
Las blancas perdieron más grasa abdominal y las negras, más grasa corporal total.
Si bien "son poco claras" las causas de esta diferencia étnica, los autores del estudio, publicado en American Journal of Obstetrics & Gynecology, escribieron que las blancas tienen más grasa visceral y, por lo tanto, tendrían "más para perder en respuesta al tratamiento".
Pero otra experta en soja y composición corporal, que no participó en el estudio, dijo que el tamaño de la muestra (33 personas) es demasiado pequeño como para sacar conclusiones sobre las diferencias étnicas.
"Además, el estudio fue muy corto", dijo la doctora Oksana A. Matvienko, de la University of Northern Iowa, en Cedar Falls.
En su estudio, publicado en febrero, controló a 229 mujeres posmenopáusicas tratadas con placebo o tabletas de isoflavonas de soja (dosis de 80 o 120 mg) durante un año. El equipo no halló diferencias en la composición corporal entre los grupos comparados durante 12 meses.
Matvienko dijo que las TC son más sensibles que las radiografías, lo que explicaría por qué el equipo de Christie registró cambios en la grasa abdominal que su equipo no halló. Tampoco se sabe si esos cambios serían suficientes como para mejorar la salud femenina.
Según la investigadora, una explicación posible de los resultados obtenidos en el nuevo estudio sería que las mujeres recibieron proteína e isoflavonas de soja. En el suyo, en cambio, las mujeres sólo habían tomado isoflavonas.
El equipo afirmó que "se desconoce si la reducción de la grasa abdominal hubiese continuado si las mujeres hubiesen seguido tomando el suplemento".
FUENTE: American Journal of Obstetrics & Gynecology, online 4 de mayo del 2010.
Reuters Health
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