Un
estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tufts de Boston, en
Massachusetts (Estados Unidos), ha demostrado en ratones, que el aceite de coco
es capaz de controlar el crecimiento del hongo patógeno más conocido, la Candida
albicans, responsable de numerosos procesos infecciosos en los humanos. Este
hongo, suele residir en el aparato digestivo en condiciones normales, y su
crecimiento excesivo, generalmente por situaciones en las que el sistema
inmunológico está comprometido, es capaz de provocar infecciones en todo el
tracto digestivo, llegando a la boca, invadiendo la vagina en mujeres, o
incluso en casos más graves, por vía hematógena diseminarse a través del
torrente sanguíneo a cualquier órgano.
De
esta forma, el aceite de coco, puede convertirse en una alternativa a los
fármacos antifungicos o antimicóticos, empleados para controlar esta
enfermedad, y evitar así resistencias al tratamiento.
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