Una baya silvestre nativa de América del Norte podría aumentar
la eficacia de un fármaco de quimioterapia de uso común para tratar el cáncer
de páncreas, según revela una investigación publicada en la revista "Journal
of Clinical Pathology".
El estudio, realizado por investigadores del King's College
Hospital y de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, sugiere que la
adición de nutracéuticos a los ciclos de quimioterapia puede mejorar la
eficacia de los fármacos convencionales, particularmente en los cánceres duros
de tratar, como el de páncreas.
El equipo probó la efectividad del extracto de bayas
"chokeberry" ("Aronia melanocarpa") para destruir
las células tumorales, probablemente mediante la apoptosis (muerte celular
programada) conforme los marcadores de apoptosis temprana aparecen en las
células tratadas.
"Chokeberry" es una baya silvestre que crece en la
parte oriental de América del Norte en los humedales y zonas pantanosas y que
es alta en vitaminas y antioxidantes, incluyendo diversos polifenoles,
compuestos que se cree que limpian los subproductos nocivos de la actividad
normal de las células.
Los investigadores de este estudio decidieron estudiar el
impacto del extracto sobre el cáncer de páncreas, debido a su pronóstico
persistentemente negativo: menos del 5 por ciento de los pacientes están vivos
cinco años después de su diagnóstico.
Los autores usaron una línea bien conocida de células de cáncer
pancreático (ASPC-1) en el laboratorio y evaluaron cómo crecieron durante el
tratamiento el medicamento de quimioterapia gemcitabina o diferentes niveles de
extracto de "chokeberry" disponibles comercialmente solo, además de
un tratamiento de una combinación de gemcitabina y extracto de esta baya
silvestre.
El análisis indicó que 48 horas de tratamiento con extracto de
"chokeberry" de las células de cáncer pancreático indujo la muerte
celular en 1 ug/ml. Se analizó la toxicidad del extracto de
"chokeberry" en las células de revestimiento de los vasos sanguíneos
normales y se determinó que no tenía efectos hasta los niveles más altos
utilizados (50 ug/ml), lo que sugiere que el efecto de la muerte celular sucede
de manera que no es a través de la prevención de la formación de nuevos vasos
sanguíneos (anti-angiogénesis), un proceso que es importante en el crecimiento
de células cancerígenas.
Bashir Lwaleed,
de la Universidad de Southampton, afirmó que "estos
resultados son muy emocionantes. Bajas dosis del extracto impulsaron en gran
medida la eficacia de la gemcitabina, cuando se combinaron los dos. Además, se
encontró que fueron necesarias dosis más bajas del fármaco convencional, lo que
sugiere que o bien trabajan juntos de forma sinérgica o que el extracto ejerce
un efecto "supraaditivo". Esto podría cambiar la forma en la que
tratar con fuerza los cánceres en el futuro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario