lunes, 10 de febrero de 2014

La vitamina C intravenosa podría aumentar la potencia anticancerígena de la quimioterapia

Las dosis altas de vitamina C intravenosa tienen el potencial de aumentar la capacidad de la quimioterapia para destruir células cancerígenas, según una nuevo estudio de laboratorio con células humanas y de ratones.
 
La vitamina C administrada directamente a células de cáncer de ovario de humanos y ratones ayudó a matar esas células, al mismo tiempo que dejaban indemnes a las células normales, informan los investigadores, de la Universidad de Kansas.
 
"En modelos de cáncer con células humanas y animales, observamos que cuando se añade vitamina C intravenosa, parece aumentar el efecto mortal de la quimioterapia sobre las células cancerígenas", aseguró la coautora del estudio, la Dra. Jeanne Drisko, directora de medicina integradora del Centro Médico de la Universidad de Kansas.
 
En ensayos de seguimiento con humanos, se administró vitamina C intravenosa a unas cuantas pacientes de cáncer de cérvix uterino junto con la quimioterapia, e informaron de menos efectos secundarios tóxicos a partir de su tratamiento contra el cáncer, según el estudio, que aparece en la edición del 5 de febrero de la revista Science Translational Medicine.
 
"En esas pacientes, no observamos ningún efecto nocivo, y notamos que tenían menos efectos de la quimioterapia", apuntó Drisko. "Al parecer protegía a las células sanas al mismo tiempo que mataba a las cancerosas".
 
La vitamina C intravenosa se ha considerado como una terapia médica integradora para el cáncer desde los 70, anotó Drisko. Pero la medicina convencional no se ha tomado en serio el potencial para acabar con el cáncer de la vitamina C desde que unos ensayos clínicos realizados por la Clínica Mayo con vitamina C oral a finales de los 70 y a principios de los 80 no hallaron efectos anticancerígenos, explicó.
 
Desde entonces, los investigadores han planteado que esos ensayos fueron mal hechos dado que la vitamina C que se toma oralmente es absorbida por los intestinos y excretada por los riñones antes de que se puedan acumular sus niveles en el torrente sanguíneo.
 
Esta reciente investigación comenzó cuando los investigadores expusieron células humanas de cáncer de ovario a la vitamina C en el laboratorio. Hallaron que esas células sufrían daño de ADN y morían, mientras que las células normales no resultaban lesionadas. Entonces, los investigadores evaluaron la vitamina C en ratones con cáncer de ovario inducido. La vitamina pareció ayudar a los fármacos de quimioterapia a inhibir el crecimiento de los tumores o ayudó a encogerlos.
 
Finalmente, el equipo llevó a cabo un ensayo clínico en fase piloto con 27 pacientes de cáncer de ovarios en etapa III o IV.
 
Las pacientes que recibieron vitamina C intravenosa junto con su quimioterapia mostraron menos toxicidad del cerebro, la médula ósea y otros órganos.
 
Además, en el caso de esas pacientes, al parecer pasaron casi 8.75 meses adicionales antes de que su enfermedad recayera y avanzara, en comparación con las que solo recibieron quimioterapia. Los investigadores sí anotaron que el estudio no estuvo diseñado para evaluar la significación estadística de ese hallazgo.
 
La vitamina C en el torrente sanguíneo ayuda a eliminar las células cancerosas porque se convierte químicamente en peróxido de hidrógeno cuando interactúa con los tumores, dijo Drisko. "Si se logra llevar la vitamina C en la sangre a niveles muy altos, es impulsada hasta el espacio que rodea a las células cancerosas", explicó. "En ese espacio, se convierte en peróxido de hidrógeno. Es muy similar a lo que hacen los glóbulos blancos del cuerpo. Crean peróxido de hidrógeno para combatir la infección".

Fuente: http://stm.sciencemag.org/content/6/222/222ra18

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