La degeneración macular asociada a la edad (DMAE), es la principal causa de ceguera en los adultos de los países del "primer mundo", en la que se daña la parte más sensible y que porporciona mayor agudeza visual de la retina que se denomina mácula, situada en la parte central de la retina. Actualmente esta enfermedad no tiene cura y se calcula que cerca de 1 millón de españoles la padece con distintos grados de intensidad.
Por tanto los tratamientos van encaminados a la prevención mientras no se encuentra un tratamiento efectivo para la enfermedad. La relación entre los ácidos grasos omega-3 y la DMAE, ya era conocida por estudios anteriores, pero científicos de Universidad de Harvard en Boston (EEUU), han presentado los resultados del mayor macroestudio realizado al respecto ya que han podido realizarlo con 38.022 mujeres con una media de edad de 54 años sin diagnóstico de DMAE previo en la revista "Archives of Ophtalmology".
Según los autores, se ha especulado con que la enfermedad cardiovascular y la DMAE comparten mecanismos similares. La ingesta de ácidos grasos omega-3, especialmente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentanóico (EPA), ha constatado una reducción del riesgo de episodios cardiovasculares en estudios epidemiológicos y podría tener una consecuencia similar en la degeneración macular. Además, estos ácidos poseen efectos antiinflamatorios, antiescleróticos y antitrombóticos sobre la pared vascular y podrían ayudar a mantener el flujo sanguíneo de la coroides (una membrana profusamente irrigada con vasos sanguíneos y tejido conectivo, que se encuenta entre la retina y la esclerótica del ojo) que es superior al del resto de los tejidos oculares y resulta, además, esencial para el normal metabolismo de la retina.
Durante la investigación, todas las participantes rellenaron cuestionarios sobre dieta y su ingesta diaria de pescado. También se tuvieron en cuenta otros factores como el tabaquismo, el uso del alcohol, padecer hipertensión, historia de diabetes, consumo de vitaminas, etc. Los datos muestran que entre las 38.022 mujeres sin diagnóstico previo de DMAE, 235 desarrollaron pérdidas significativas de visión asociadas a la patología a lo largo de los 10 años de seguimiento, observándose que las mujeres con un consumo regular de pescado azul, tuvieron entre un 35% y un 45% menos de riesgo de desarrollar degeneración macular asociada a la edad en este periodo.
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