Científicos de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) aseguran que el consumo de uvas puede resultar beneficioso para reducir el riesgo cardiovascular y prevenir la diabetes, después de haber comprobado en ratones que ayudan a disminuir la presión arterial y la resistencia a la insulina y, por tanto, mejoran función cardiaca.
Según los resultados de la investigación, presentados en un encuentro de expertos celebrado en Anaheim, en California, detrás de estos efectos beneficiosos pueden estar los fitoquímicos que contienen estos alimentos, unos antioxidantes naturales que "se activan para proteger a las células del corazón de los efectos dañinos del síndrome metabólico", explicó Steven Bolling, uno de los autores de este estudio.
En concreto, los investigadores utilizaron una mezcla en polvo de diferentes tipos de uva --verde, roja y negra-- que integraron en la dieta de estos roedores, que fueron modificados genéticamente en el laboratorio para hacerlos más propensos al sobrepeso. Además, enriquecieron su alimentación con un alto contenido en grasas para asemejarla a la cada vez más frecuente 'dieta americana'.
Tras tres meses de seguimiento, observaron que presentaban una menor presión sanguínea, mejor función cardiaca y redujeron los indicadores de inflamación del corazón, en comparación con aquellos ratones que no recibieron este suplemento de uva pero estaban igualmente predispuestos al sobrepeso.
Del mismo modo, observaron menores niveles de triglicéridos y una menor tolerancia a la glucosa, al tiempo que no detectaron cambios en el peso corporal. Los investigadores observaron también signos de inflamación y estrés oxidativo, siempre menor en los ratones que consumieron uva.
Los animales fueron alimentados siempre con la misma dosis de uva, en torno a un 3 por ciento del total de su dieta, y aunque hay ciertos aspectos del riesgo cardiometabólico que no se tuvieron en cuenta, como el perímetro de cintura, los autores apuntan que "el consumo de uvas puede ejercer un efecto protector frente a la enfermedad cardiaca".
Pese a que el estudio estuvo apoyado por la Comisión de las Uvas de Mesa de California, los investigadores aseguran que no desempeñaron ningún papel en el diseño del estudio ni en la evaluación de los resultados. Además, tras estos datos han decidido iniciar este mismo verano una investigación en humanos que contraste estos resultados.
Según los resultados de la investigación, presentados en un encuentro de expertos celebrado en Anaheim, en California, detrás de estos efectos beneficiosos pueden estar los fitoquímicos que contienen estos alimentos, unos antioxidantes naturales que "se activan para proteger a las células del corazón de los efectos dañinos del síndrome metabólico", explicó Steven Bolling, uno de los autores de este estudio.
En concreto, los investigadores utilizaron una mezcla en polvo de diferentes tipos de uva --verde, roja y negra-- que integraron en la dieta de estos roedores, que fueron modificados genéticamente en el laboratorio para hacerlos más propensos al sobrepeso. Además, enriquecieron su alimentación con un alto contenido en grasas para asemejarla a la cada vez más frecuente 'dieta americana'.
Tras tres meses de seguimiento, observaron que presentaban una menor presión sanguínea, mejor función cardiaca y redujeron los indicadores de inflamación del corazón, en comparación con aquellos ratones que no recibieron este suplemento de uva pero estaban igualmente predispuestos al sobrepeso.
Del mismo modo, observaron menores niveles de triglicéridos y una menor tolerancia a la glucosa, al tiempo que no detectaron cambios en el peso corporal. Los investigadores observaron también signos de inflamación y estrés oxidativo, siempre menor en los ratones que consumieron uva.
Los animales fueron alimentados siempre con la misma dosis de uva, en torno a un 3 por ciento del total de su dieta, y aunque hay ciertos aspectos del riesgo cardiometabólico que no se tuvieron en cuenta, como el perímetro de cintura, los autores apuntan que "el consumo de uvas puede ejercer un efecto protector frente a la enfermedad cardiaca".
Pese a que el estudio estuvo apoyado por la Comisión de las Uvas de Mesa de California, los investigadores aseguran que no desempeñaron ningún papel en el diseño del estudio ni en la evaluación de los resultados. Además, tras estos datos han decidido iniciar este mismo verano una investigación en humanos que contraste estos resultados.
Fuente: Europa Press
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