viernes, 17 de mayo de 2019

Un componente del azafrán demuestra eficacia frente a la úlcera provocada por antiinflamatorios

El azafrán, además de sus propiedades culinarias, ha demostrado en los últimos años numerosas propiedades terapéuticas. Las moléculas más interesantes quizás sean la crocina, que por acción de la microbiota intestinal se convierte en crocetina, que es un carotenoide con numerosas propiedades en enfermedades oculares, y el safranal, una molécula con efecto antidepresivo, pero que también ha mostrado eficacia como neuroprotector ante ictus o mejorando los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con la misma eficacia con la que lo hace el fármaco más empleado en esta patología (metilfenidato). Pues bien, precisamente esta última molécula, el safranal, acaba de demostrar en un estudio que es un excelente protector gástrico.

Para comprobar su efecto, un grupo de investigadores de la Universidad de Teherán (Irán), probaron en ratones qué es lo que ocurría cuando se administraba el antiinflamatorio indometacina en la mucosa del estómago y se los trataba con diferentes dosis de safranal y de lansoprazol, un medicamento empleado como protector de la mucosa gástrica.

Tras analizar la mucosa gástrica de los animales sometidos al experimento, los autores, concluyeron que tanto el safranal como el lansoprazol redujeron el área de la úlcera gástrica y produjeron protección gástrica, observándose la participación de mecanismos antisecretores, antioxidantes, antiinflamatorios y antiapoptóticos en el efecto gastroprotector de safranal, siendo este efecto comparable al lansoprazol.


No hay comentarios: