Zhegiang es una región situada al este de China, que con un
territorio 5 veces más pequeño al de España, tiene una población superior a la
española y se encuentra cerca de Wuhan, lugar tristemente conocido porque allí
se detectaron los primeros casos de infección por el coronavirus COVID-19. Esta
cercanía geográfica, ha hecho que esta zona haya tenido también numerosos casos
de infección por este virus.
El Centro Nacional de Investigación Clínica para
Enfermedades Infecciosas de China, asignó al Hospital asociado a la Facultad de
Medicina de la Universidad de Zhejiang la atención médica primaria para
COVID-19 en la provincia de Zhejiang, convirtiéndose en el hospital de
referencia para la contención y tratamiento de la enfermedad.
En este hospital se estableció una estrategia de tratamiento
basada en lo que denominaron “Four-Anti and Two-Balance”, es decir “cuatro
antis y dos equilibradores”. Los cuatro “antis” fueron antivirales (lopinavir/ritonavir), tratamientos frente al shock, tratamientos que evitaran la hipoxia y fármacos antiinfecciosos, mientras que la "regulación" se hizo a dos
niveles, teniéndose en cuenta el equilibrio hidroelectrolítico y ácido-base y
por otro lado el equilibrio de la microbiota recomendándose un tratamiento
multidisciplinario personalizado que mejoró el efecto terapéutico.
Los investigadores observaron que los pacientes afectados
por COVID-19 presentaban una disbiosis intestinal con disminución de
probióticos de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, y así, los expertos
recomendaron evaluar también la función nutricional y gastrointestinal de todos
los pacientes y la aplicación de prebióticos o probióticos para regular el
equilibrio de la microbiota intestinal y reducir el riesgo de infecciones
secundarias provocadas por translocación bacteriana. En este abordaje
integrativo también se prestó atención a la esfera psicológica, ya que la
ansiedad y el miedo fueron comunes en pacientes con COVID-19. Además, también
integraron tratamientos de la medicina tradicional china siguiendo criterios de
diagnóstico propios de esta disciplina.
Esta estrategia integrativa de "Cuatro antis y dos
balanceadores" aumentó de una forma efectiva la tasa de curación y redujo
la mortalidad en la infección por COVID-19, un ejemplo a seguir, en el que
además del tratamiento convencional, se demuestra que implementar “pequeños
detalles” puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para muchos
pacientes.
Referencia bibliográfica: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32096367