Un compuesto bioactivo que se
encuentra en la cúrcuma promueve la proliferación y diferenciación de las
células madre en el cerebro, según revela un nuevo estudio publicado en la
revista "Stem Cell Research & Therapy". Los hallazgos sugieren
que la turmerona aromática podría ser un posible fármaco futuro para el
tratamiento de trastornos neurológicos, como el ictus y la enfermedad de Alzheimer.
El estudio examinó los efectos de la turmerona aromática (ar-turmerona) sobre células madre endógenas neutras (NSC), que son las células madre que se encuentran dentro de los cerebros adultos. Las NSC se diferencian en neuronas y juegan un papel importante en la autoreparación y recuperación de la función cerebral en las enfermedades neurodegenerativas.
El estudio examinó los efectos de la turmerona aromática (ar-turmerona) sobre células madre endógenas neutras (NSC), que son las células madre que se encuentran dentro de los cerebros adultos. Las NSC se diferencian en neuronas y juegan un papel importante en la autoreparación y recuperación de la función cerebral en las enfermedades neurodegenerativas.
Estudios previos
de este compuesto han demostrado que puede bloquear la activación de las
células microgliales. Cuando
se activan, estas células provocan neuroinflamación, que se asocia con
diferentes trastornos neurológicos, pero se desconocía el impacto de la
turmerona en la capacidad del cerebro de autorepararse.
Investigadores
del Instituto de Neurociencia y Medicina en Jülich, Alemania, estudiaron los
efectos de la turmerona sobre la proliferación y diferenciación de NSC, tanto “in
vitro” como “in vivo”. Cultivaron NSC de
ratas fetales y las hicieron crecer en seis concentraciones diferentes de la
turmerona aromática en un período de 72 horas.
En ciertas concentraciones, este
compuesto demostró elevar la proliferación NSC hasta en un 80 por ciento, sin
tener ningún impacto en la muerte celular. El proceso de diferenciación celular
también se aceleró en las células tratadas con la turmerona frente a las que no
fueron tratadas con el compuesto.
Para probar los efectos de turmerona
en las NSC in vivo, los investigadores inyectaron a ratas adultas con
ar-turmerona y con imágenes de tomografía por emisión de positrones y un
trazador para detectar las células proliferantes vieron que la zona
subventricular (SVZ) era más ancha y el hipocampo se expandió en los cerebros
de ratas inyectadas con ar-turmerona en comparación con los animales de
control. La SVZ y el hipocampo son los dos sitios del cerebro de mamíferos
adultos donde se sabe que se producen la neurogénesis y el crecimiento de las
neuronas.
"Aunque
se han descrito varias sustancias que promueven la proliferación de células
madre en el cerebro, menos fármacos promueven también la diferenciación de
células madre en neuronas, lo que constituye un objetivo importante en
la medicina regenerativa. Nuestros hallazgos con la turmerona aromática nos
acerca más a alcanzar este objetivo", subraya la autora principal del
trabajo, Adele Rueger.
La ar-turmerona es el menos
estudiado de los dos principales compuestos bioactivos que se encuentran en la
cúrcuma. El otro compuesto es la curcumina, que es bien conocida por sus
propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras.