Además se procedió a la recogida de datos clínicos mediante los
principales cuestionarios que se emplean para valorar los síntomas de la
artrosis como son el índice de osteoartritis de las universidades de Western
Ontario y McMaster (WOMAC), una encuesta breve de 20 ítems (SF-20), el índice
de gravedad de la osteoartritis de la rodilla de Lequesne (LISOK) y tres
escalas analógicas visuales (EVA).
Los niveles séricos de mediadores químicos que intervienen
en la patogénesis de la artrosis como las interleuquinas 2 (IL-2), IL-4, IL-10,
IL-17α y factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) se midieron mediante la
técnica ELISA.
Los niveles séricos de interleucinas antiinflamatorias 4 y 10 también aumentaron, mientras que los niveles de citocinas inflamatorias IL-17 y TNF-ɑ disminuyeron significativamente en comparación con los grupos de control durante el tratamiento valorados a los 3 y 6 meses.
Los resultados demostraron también que tanto los índices de calidad de vida, la sensación de dolor y la puntuación de los cuestionarios especializados en valorar la artrosis que se emplearon, mejoraron significativamente en pacientes con artrosis que recibieron ASU.