En los últimos años cada vez se han ido
publicando más artículos sobre las bacterias intestinales (microbioma),
demostrándose que pueden estar implicadas en numerosas funciones de nuestro
organismo, como la síntesis de neurotransmisores, la prevención de tumores, la
calidad del sueño, la mejora de nuestra respuesta inmunológica, etc. Pero ahora
un nuevo estudio demuestra que también puede afectar a la facilidad que podemos
tener para adelgazar o engordar.
La nueva investigación,
publicada en el “International Journal of Obesity”, por investigadores,
del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de
Copenhague, (Dinamarca) ha demostrado que las diferentes proporciones de
bacterias intestinales pueden determinar cuánto
peso una persona es capaz de perder en determinadas condiciones.
En el ensayo clínico participaron
62 personas con un perímetro abdominal por encima de lo normal y se les dieron
instrucciones para seguir durante 26 semanas la “Nueva Dieta Nórdica” (verduras de hoja, bayas,
cereales integrales) o la “Dieta Media Danesa” (carne magra, huevos, lechuga,
café, sin cereales) y se les agrupó según los niveles que presentaban de dos tipos diferentes de bacterias intestinales, Prevotella y Bacteroides.
Se encontró que los que
tenían una mayor proporción de Prevotella y
siguieron la Nueva Dieta Nórdica tuvieron
más éxito en el plan de adelgazamiento que los que siguieron la
Dieta Media Danesa. Cuando la proporción se invirtió, no hubo diferencia en la
pérdida de peso entre las dos dietas.
Del mismo modo, los que
tenían niveles más altos de Prevotella también fueron
capaces de cambiar la grasa corporal más fácilmente.
Con carácter general, se
puede modificar cualquier desequilibrio en las bacterias intestinales,
sustituyendo el azúcar, el alcohol y la cafeína por una dieta saludable, rica
en fruta y verduras frescas, y complementada
con probióticos y prebióticos, que aumentan la salud intestinal.
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