Dos estudios recientes
analizan la eficacia y la seguridad de la acupuntura en el tratamiento del
dolor crónico, concluyendo que lo reduce por encima de técnicas similares y
simuladas, y que aunque no es una práctica peligrosa debe actuarse con
prudencia.
Los datos extraídos de
pacientes de 29 ensayos controlados indican que la acupuntura puede ser mejor
que la acupuntura placebo, realizada sin estimular los canales y puntos, o no
realizar ninguna práctica para combatir el dolor crónico, según un estudio
publicado en la edición on-line de "Archives
of Internal Medicine".
El metaanálisis,
dirigido por Andrew J. Vickers, del Centro Memorial Sloan-Kettering Cáncer, en
Nueva York, empleó datos de 17.922 pacientes de Estados Unidos, Reino Unido,
Alemania, España y Suecia, que habían participado en ensayos controlados.
"Los datos indican que la acupuntura es más que un placebo y que las
diferencias entre la acupuntura real y la simulada son modestas. Esto sugiere
que otros factores, además de los específicos de la acupuntura, contribuyen a
los efectos terapéuticos", han explicado los autores. Los pacientes que
recibieron acupuntura tuvieron menos dolor -con resultados de 0,23, 0,16 y 0,15
de desviación estándar- en dolor de espalda y cuello, artrosico, y dolores de
cabeza, respectivamente en comparación con los pacientes que recibieron otros
tratamientos, entre los que se encontraba la acupuntura simulada.
"Los resultados
proporcionan la evidencia más fuerte hasta ahora de que la acupuntura es una
opción de referencia para los pacientes con dolor crónico", ha dicho
Andrew L. Avins, director de la División de Investigación del Norte de
California. "Vickers ha proporcionado pruebas sólidas de que la acupuntura
parece ofrecer beneficios sobre el cuidado de los pacientes con diversos
dolores crónicos".
La acupuntura, aunque es
una técnica segura, no lo es tanto como se esperaba, según un estudio que se ha
realizado en hospitales del Reino Unido, donde se practica este tipo de técnica
de forma habitual en el Sistema Nacional de Salud. Los resultados del trabajo,
que se publican en International Journal of Risk and Safety in Medicine, se
basan en la revisión de los informes sobre efectos adversos registrados tras
tratamientos con acupuntura entre 2009 y 2011. Así se obtuvieron 325 informes
de efectos adversos, aunque no hay datos de cuántos tratamientos se realizaron,
por lo que no puede calcularse la frecuencia. En esta línea, algunos estudios
en Alemania y el Reino Unido registraron la aparición de efectos adversos en el
10 por ciento de las terapias.
Algunos de los efectos
se debieron a prácticas no regladas, y en 100 de los casos no se retiraron
todas las agujas del cuerpo de los pacientes por lo que algunas fueron extraídas
quirúrgicamente. Por otro lado, 309 casos se calificaron como de poco o ningún
daño, lo que incluyó a 162 pacientes que experimentaron mareos y desmayos.
Además, cinco pacientes sufrieron neumotórax por pinchazos en la membrana
pleural y sólo uno fue calificado como grave. Por ello, según Edzard Ernst, de
la Universidad de Exeter, y autor del trabajo, "está claro que no se trata
de un tratamiento de alto riesgo, pero los acupuntores son categóricos al
afirmar que carece de riesgo y no es así. No entienden que hay un problema
potencial, y ese es el peligro". Según él, se han registrado 86 muertes
tras tratamientos de acupuntura entre 1965 y 2009, la mayoría por insuficiencia
pulmonar. Además, el hecho de que el 6 por ciento de la población tenga un orificio
en el esternón cercano a un punto de acupuntura supone un riesgo. "Las
agujas pueden penetrar en el pericardio cardiaco".
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