Tradicionalmente se recomienda el empleo de antioxidantes en enfermedades degenerativas, entre las que se
encuentran los procesos oncológicos, ya que se les supone un efecto protector
de las células sanas frente a los radicales libres y un efecto potenciador de
la actividad del sistema inmunitario, pero poco a poco se van acumulando evidencias de que el empleo de antioxidantes en pacientes oncológicos, perjudiquen más que ayuden.
Quizás la primera voz que se alzó
para advertir que en los procesos oncológicos el empleo de antioxidantes
podrían aumentar la velocidad del crecimiento de los tumores y la formación de
metástasis, fue la del científico James Watson, premio Nobel de Medicina que en
2013 publicó un artículo donde denunciaba esta moda que podía estar provocando
más daños que beneficios: http://rsob.royalsocietypublishing.org/content/3/1/120144.full
Además en este blog, ya nos habíamos
hecho eco de otros muchos estudios donde se demostraba que la ingesta de
ciertos antioxidantes, podría ser perjudicial en ciertos tumores, como por
ejemplo el empleo de éstos en el cáncer de pulmón (http://tumedicoteinforma.blogspot.com.es/2014/02/podrian-los-antioxidantes-acelerar-el.html)
Ahora, un equipo de científicos de la
University of Texas Southwestern Medical Center (CRI), en Estados Unidos, ha
hecho un descubrimiento que sugiere que las células tumorales se benefician más
de los antioxidantes que las células normales, lo que viene a apoyar estas
hipótesis y aumenta la preocupación por el empleo de antioxidantes en la dieta
de los pacientes con cáncer, según se desprende de un artículo publicado en la
revista "Nature".
Los estudios se realizaron en ratones trasplantados con células
de melanoma de pacientes. El equipo de CRI halló que cuando se administraron
antioxidantes a los ratones, el cáncer se extendió más rápidamente que en los
roedores que no recibieron antioxidantes.
Las células metastásicas de melanoma experimentan altos niveles
de estrés oxidativo, lo que conduce a la muerte de la mayoría de las células de
metástasis, pero la administración de antioxidantes a los ratones permite que
más células de melanoma metastático sobrevivan, siendo las células de cáncer más
beneficiadas por los antioxidantes que las células normales.
Las personas sanas que no tienen
cáncer sí pueden beneficiarse ampliamente de los antioxidantes, ya que ayudan a
reducir el daño de las moléculas oxidantes altamente reactivas generados por el
metabolismo normal. Este trabajo plantea la posibilidad de que el cáncer se
debe tratar con pro-oxidantes como el metotrexato en dosis bajas que inhibe la
vía de los folatos ya que evitarían la aparición de metástasis y por tanto los
pacientes con cáncer no deben complementar su dieta con dosis altas de
antioxidantes.
Fuente: http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/full/nature15726.html
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