Según se ha
comprobado en un trabajo realizado en roedores por investigadores de la
Universidad de Calgary (Canadá) y publicado en “Journal of Neuroscience”, el uso de probióticos en ratones que
presentaban inflamación del hígado redujo algunos síntomas como la fatiga,
depresión o una menor actividad social, que puede llegar al aislamiento y que
son también propios de otras enfermedades inflamatorias como la artritis
reumatoide o la enfermedad inflamatoria intestinal, al alterar la comunicación
entre el sistema inmune y el cerebro.
En el
aparato digestivo poseemos numerosas bacterias no patógenas que forman la
llamada microbiota, y que cumplen numerosas funciones como ya hemos ido detallando
en este blog, entre las que están los efectos beneficiosos sobre el estado de
ánimo y la función cognitiva, aunque su mecanismo de acción no estaba del todo
claro hasta ahora.
En este
estudio, los ratones con inflamación hepática se alimentaron unos con una
mezcla de probióticos y otros con un placebo, y se evaluó el comportamiento de
sus síntomas observando el tiempo que los ratones pasaban junto con otros
roedores, en comparación con el tiempo que pasaban solos.
Aunque no
está claro cómo las enfermedades inflamatorias provocan cambios en la función
cerebral y el comportamiento, estudios previos lo habían asociado a un aumento
de la producción de la molécula de señalización inflamatoria llamada factor de
necrosis tumoral alfa (TNF-α), por lo que se midieron sus niveles en sangre
periférica, junto con otras células implicadas en en la respuesta inmunitaria
en el cerebro, comprobándose que los ratones que recibieron los probióticos pasaban
más tiempo con otros roedores, en comparación con una menor sociabilización de
los que recibieron placebo. Asimismo, también tenían niveles más bajos en sangre
de TNF-α y un menor número de células inmunes activadas en el cerebro.
El
mecanismo de acción parece deberse por tanto a que los probióticos mejoran los
síntomas conductuales mediante la alteración de la comunicación entre el
sistema inmune y el cerebro que provocan una menor activación de la microglía y
de la infiltración de monocitos en el cerebro.
2 comentarios:
¿De donde obtenemos los probíoticos?
Puedes conseguir probióticos en cápsulas, comprimidos, etc... tanto en farmacias como en herbolarios
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